La naturaleza, que es muy sabia, cuando nota una falta de aporte alimenticio inferior al habitual, reacciona rapidamente. Esto explica porque cuando se siguen dietas muy severas, no tenemos ganas ni de practicamente levantarnos de la cama. Pero no se trata solo de la disminucion de la actividad fisica voluntaria, sino que la actividad involuntaria tambien se rebaja al minimo.
Los procesos metabolicos modifican igualmente su funcionamiento habitual. Es decir, el organismo se prepara bioquimicamente para necesitar el minimo y para obtener, del poco alimento que se ingiera, el maximo partido.
Este es el motivo por el que las personas sometidas a dietas estrictas y que modifican radicalmente su habito alimenticio, luego engordan rapidamente al volver a comer normalmente. Puesto que el metabolismo se ha habituado a aprovechar al maximo, continua en esta tonica cuando intentamos volver a lo habitual.
Las dietas de hambre no ayudan a adelgazar, sino que contribuyen a preparar al cuerpo para engordar con mas facilidad en cuanto se vuelva a la situacion normal. Por otro lado, el propio acto de comer supone un gasto energetico, por eso, las mejores dietas recomiendan reducir la cantidad de alimento ingerido en una sola comida pero aumentar el numero de estas. Es decir, es preferible comer poco pero varias veces al dia que comer mas cantidad pero solo en dos o tres comidas diarias.
Dejar de comer para adelgazar, ¿es correcto?
- Detalles